Conti Haroldo

Haroldo Pedro Conti nació en 1925 en la localidad de Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Además de ser un hacedor de múltiples oficios, fue uno de los escritores más brillantes surgidos en la década de 1960. Publicó cuatro novelas: Sudeste (1962)Alrededor de la jaula (1966), En vida (1971) y Mascaró, el cazador americano (1975); tres libros de cuentos: Todos los veranos (1964), Con otra gente (1967) y La balada del álamo Carolina (1975); una obra de teatro: Examinado (1955); y varios relatos en distintas publicaciones. Fue colaborador de la revista Crisis.

Del Legajo 77 de la CONADEP:

«Además de periodista, incursionó en la docencia, el teatro, el cine y la literatura. Mereció los siguientes premios: Revista “Life” (1960), Fabril, en narrativa (1962), Municipal (1964), Universidad Veracruzana (1966), Barral Editor (1971) y Casa de las Américas (1975).

»El día 4 de mayo de 1976 fue aprehendido cuando retornaba a su domicilio de Capital Federal a medianoche, junto a su compañera Marta Beatriz Scavac Bonavetti y el bebé de ambos. Allí tenía que aguardarlos un amigo. Al arribar a la vivienda, el amigo se encontraba ya maniatado, había un grupo de individuos vestidos de civil, quienes golpearon brutalmente a la pareja y la encerraron allí mismo, mientras se peleaban por el reparto del “botín”; los sueldos de ambos, percibidos esa mañana, efectos patrimoniales de toda naturaleza, etc., dejando escasamente los muebles de gran tamaño. Robaron los originales de todas las obras de Conti, y documentación personal.

»Se llevaron a Conti y al amigo, en varios automotores, que incluían el propio coche de Conti, que tampoco apareció más. La Sra. Scavac debió salir por una ventana con sus dos hijos, ya que la puerta fue dejada con llave, y el aparato telefónico hurtado. Según versión de los vecinos, poco más tarde los captores regresaron, tal vez con el fin de llevársela a ella. Concurrió casi de inmediato a la Comisaría Seccional 29, donde la atendieron burlonamente y ni siquiera se trasladaron para verificar el estado en que había quedado la vivienda, donde todo estaba revuelto. Ante el Poder Judicial no tuvo mejor suerte, ya que en poco tiempo se archivaron las actuaciones.

»Explica la Sra. Scavac que en los medios de prensa le manifestaron que: “tenían orden del Gobierno de no informar sobre el secuestro de Conti”. Al cabo de tramitar diversos recursos de hábeas corpus con resultado desfavorable, se inició con fecha 2 de marzo de 1983 una nueva demanda de hábeas corpus ante el Juzgado Federal N° 3 de la Capital Federal, Secretaría N° 7. Los elementos innovantes que en esta acción se incorporaron son los siguientes:

»a) Los diarios de fecha 13 de noviembre de 1982 dieron cuenta de la detención, en la ciudad de Ginebra, Suiza, de tres argentinos, quienes declararon pertenecer a grupos secretos de represión política, autores de secuestros extorsivos cuyos “rescates” cobrarían en aquel país donde resultaron aprehendidos, y que manifestaron estar en condiciones de proveer información sobre el destino de Conti (Clarín, 13/11/1982);

»b) En base a las fotografías difundidas en su momento de los individuos detenidos en Suiza (Bufano, Martínez y otros), la Sra. Scavac reconoció que el “amigo” que se hallaba en el domicilio antes de que llegaran las fuerzas que capturaron a Conti, y que decía llamarse “Juan Carlos Fabiani” (quien había concurrido a casa de Conti una semana antes del secuestro solicitando “asilo” por sentirse perseguido por la policía a causa de su militancia política), era el detenido Rubén Osvaldo Bufano –perteneciente, según sus declaraciones, al Batallón 601 del Ejército. Los hijos de Conti del primer matrimonio –Marcelo Haroldo y Alejandra–, también reconocieron dichas fotografías, ya en sede judicial, como pertenecientes al “amigo” a quien veían en la casa de su padre cuando le efectuaban visitas;

»c) El ex cabo de la Fuerza Naval Raúl David Vilariño recuerda haber visto a Conti secuestrado en la ESMA; posteriormente, reconoce su fotografía.»

Conti militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

En lugar de un texto literario de Haroldo Conti, que felizmente se pueden conseguir en librerías, decidimos publicar esta carta –dirigida a Roberto Fernández Retamar, director de Casa de las Américas, La Habana, Cuba– por ser premonitoria: fechada en enero de 1976, anuncia que el golpe va a ser en marzo y que los militares ya sabían que iban a matar a 30.000 personas.

[Carta a Roberto Fernández Retamar]


Buenos Aires, 2 de enero de 1976

Roberto, hermano:

Espero que esta carta llegue a tus manos en alguna forma y que algunos meses después llegue a las mías tu respuesta. Es increíble cómo la distancia nos separa. Este año que pasó casi no hemos tenido señales de vida de la Casa, salvo las formales. Yo sé que ustedes nos piensan más de una vez y esa idea nos sostiene. Nosotros los pensamos casi a diario y necesitamos repetirnos constantemente que Cuba está ahí, en nuestra misma América, y que hay una porción de tierra liberada y ahí están nuestros hermanos.

Me dijo Marta que le dijo Gustavo Hernández, de la embajada, que según una carta de Beba yo daba por sentado que este año iba a La Habana. No sé de dónde salió eso pero juro que jamás se me cruzó por la cabeza. Para mí lo que decidan los compañeros está siempre bien porque se hace de acuerdo a los intereses de la Revolución. Así trabajamos aquí noche y día y esto nos salva del individualismo y las decisiones personales tan funestas a menudo. Por otra parte mi mayor alegría es que viaje allí gente nueva para que eso se conozca cada vez más. Sé lo bien que le hace a los compañeros y ojalá que pudiesen ir todos. Muchos se lo merecen y lo necesitan más que yo, inclusive para salvar sus vidas. Quiero que esto quede claro.

En cuanto a la situación aquí, las cosas marchan de mal en peor. Me acaba de informar muy confidencialmente […] [un amigo] militar, que se espera un golpe sangriento para marzo. Inclusive los servicios de inteligencia calculan una cuota de 30 mil muertos. Esto coincide con las apreciaciones de nuestros compañeros que evalúan la situación constantemente. Desde el punto de vista de la lucha revolucionaria el aumento de nuestras fuerzas es notable y la preparación magnífica. Ellos lo saben. Calculamos que los que van a sufrir el golpe serán los compañeros de superficie, los niveles medios que se mueven a dos aguas. Nosotros ya nos hemos mudado de casa, por imposición de los compañeros, pero eso no será suficiente. En este mismo momento las Fuerzas Armadas están haciendo un operativo rastrillo a pocas cuadras de aquí. Por otra parte nuestra casa, por lo amplia y desapercibida, sirve a menudo de refugio a compañeros que están con problemas. Ahora mismo habita aquí la hermana de un compañero que cayó los otros días en el ataque al Batallón 601 y hasta hace poco vivía uno de los muchachos del Teatro Libre que huyó de Córdoba después de haber caído su departamento en un allanamiento que observó desde la calle, por suerte. Mi señora, a pesar de su avanzado estado de gravidez, cumple una tarea agotadora de asistencia y atención por caídos y presos. Hay caídos a diario y esa gente necesita atención, mover a medio mundo para ubicarlos y luego que no los maten. Recién nos enteramos de que una caída se salvará con 15 millones de pesos como coima y ayer tuvimos noticias de un compañero de Crisis que desapareció hace 15 días. Está vivo, aunque deshecho.

Bueno. Otra cosa, para no alargarme demasiado, hermano. Mascaró está prácticamente agotado. Tuvo gran éxito de lectores pero los diarios y revistas no hablan de él por razones políticas. Soy una especie de contagioso. Sé de algunos órganos donde hubo órdenes expresas de ignorarme. Es curioso recibir notas desde el exterior y no tener una sola en mi país. A propósito, me sería de utilidad recibir cuanto recorte haya de La Habana. Crisis reproduce lo que puede y se proyecta una campaña con ese material para la reedición en marzo.

A propósito de Crisis, que se vende muy bien y es lo único que sobrevive, Federico Vogelius, su director propietario, piensa realizar para marzo una gira por Latinoamérica. Naturalmente quisiera entrar en Cuba y establecer relaciones con la Casa para ediciones, etc. Si bien es un hombre rico, es progresista y ayuda mucho. Se puede contar con él ampliamente. No hace todo esto por dinero sino que le interesa apoyar toda actividad cultural. Me pide que vea si se puede arreglar su viaje a través de la Casa. Creo que importa.

Para terminar. Sudamericana saca un libro con colaboraciones de todo el mundo (Cortázar, García Márquez, etc.) cuyos beneficios serán dedicados a los presos políticos. Se vería con agrado y me piden que te pida una colaboración tuya (poesía, relato, lo que sea) y de ser posible la de algún otro notable (Guillén, Carpentier, etc.).

Te abraza
Haroldo


Los comentarios están deshabilitados