El lunes 13 de junio nos encontraremos para celebrar el día de la Escritora y el Escritor. Luego de un tiempo sin tener actos presenciales, de haber sobrellevado una pandemia que cambió los signos del mundo, creemos necesario reconocer la labor de la Escritora y el Escritor en relación a lo que produce en cada lectora y lector en su intimidad, pero también los destellos de la letra como elemento fundante de la comunidad toda. De modo que brindaremos por el cuidado que implica la escritura; un cuidar al otro en su sensibilidad, de alimentar a la sociedad con la imaginación, fuente constitutiva del estar juntos. Siguiendo esta línea de acción, decidimos nombrar socios honoríficos a la escritora Laura Davetach: precursora de la literatura infantil, posibilitadora de otros universos, forjadora del deseo de varias generaciones, deseo construido sobre la verdad y la justicia. Y al escritor Daniel López Rosetti, médico, especialista en clínica médica y cardiólogo, especialista en el diagnóstico y tratamiento del síndrome del estrés. Nuestro reconocimiento por sus libros que hilan ese entramado delicado entre la razón y la emoción.
Celebraremos esta ceremonia solitaria que significa estar frente a un papel en blanco y luego las letras van formando una trama con palabras y así deviene el texto que algunos son absurdos, angélico, malditos, heroicos o como dice Margaritte Yourcenar “cada libro nace con su forma absolutamente particular, es un poco como un árbol. Una experiencia trasplantada a un libro, arrastra con ella el musgo, las flores salvajes que la rodean en esa especie de terrón al que están adheridas las raíces”.
Escritoras y Escritores plagiando a Clarice Lispector “escribir es una maldición que salva!
¡Feliz día!
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