Ceretti Conrado

Conrado Ceretti nació en la ciudad de Rosario, el 9 de enero de 1944. Se especializó en temas de política internacional en los medios periodísticos Panorama, La Opinión y Clarín. Desapareció, junto a su esposa Diana Guerrero, el 27 de julio de 1976. Juntos escribieron varios fascículos del Centro Editor de América Latina, como “Asia y África contra el colonialismo” y “La Primavera de Praga”. Conrado viajó por distintos países del mundo, cubriendo hechos de relevancia, lo que forjó en él una personalidad permanentemente consustanciada con los movimientos de liberación y lucha. También fue profesor de griego y latín, además de ser traductor de varios idiomas para la editorial Siglo XXI.

La realidad burguesa fue un escollo insuperable 


El derrocamiento del socialista Salvador Allende por las Fuerzas Armadas vuelve a plantear –dejando de lado las eventuales reacciones obreras y populares a que la sublevación diere lugar– un tema caro a la izquierda mundial: el modo de cómo una propuesta de destrucción del capitalismo y simultáneamente, de construcción del socialismo, debe articularse a fin de lograr ambos objetivos.

La vía chilena que conducía a ellos fue implementada, desde el gobierno de la Unidad Popular, por una estrategia pacifista, especie de “revolución respetuosa” cuyo trazado evitó en estos tres años de gestión oficial los enfrentamientos decisivos con el enemigo de clase.

[…] De esa manera, cuidando por una legitimidad que finalmente le jugó la mala pasada, el gobierno de Allende ignoró en los hechos la capacidad de movilización de la burguesía local.

[…] Un somero balance de estos casi tres años de gestión reformista en Chile lleva a verificar que la legalidad constitucional no permite una experiencia como la programada por la Unidad Popular. Esa legalidad tiene por fin regular la producción y reproducción del sistema y pretender, dentro de esos marcos, destruir a éste equivale a una contradicción. Por eso es paradójico que los comunistas que en la II Internacional rechazaron de su seno a quienes propiciaban tal posibilidad inspirados en las teorías evolutivas de Bernstein, hayan sido ahora los principales promotores de un ensayo que todos los hechos históricos, hasta el momento, han demostrado que no es viable.

De una nota firmada por Ceretti en el diarioLa Opinión el 14 de septiembre de 1973.


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