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Hombre que piensa

Hombre que piensa

Pienso en las migraciones. La magnificencia de una bandada inmensa que de golpe levanta vuelo para recorrer medio planeta, el intimidante abandonar la caverna de millones de murciélagos en busca de temperaturas más benignas, la monumental traslación de las ballenas que cruzan el océano para reproducirse, la entereza de los grandes pueblos que atraviesan el desierto para alcanzar una ribera.

Pienso, más precisamente, en la multitudinaria compañía que vence a la soledad en el ruido de muchas alas, en la tibieza de cuerpos que se abrigan, en la alegría de ir todos en la misma dirección.

Porque quiero poder siempre seguir a la manada, no ser nunca un ave vieja que sucumbirá al invierno, ni un murciélago al sol que desespera, ni una ballena en la arena mientras el agua se aleja, ni un hombre triste que ha perdido el paso y mira impotente cómo se le va el mundo.

Raúl Brasca, Las gemas del falsario, Cuadernos del vigía, Granada, 2012

Pintor. El Bosco. “El jardín de las delicias”


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